02 febrero 2015

Que bien te ves Bariloche!

 Para los que fuimos de viaje de egresados, los recuerdos que tenemos de este lugar son muy distintos al volver a ir. Lo que en mi memoria era una ciudad nevada y de mucho frío, se convirtió en un paisaje totalmente distinto. El verano arrasa con la nieve y en su lugar, las rosas son el espectáculo. Nunca había visto tantas flores juntas. ¿Sabías que existen rosas lilas? Yo me enteré allá.


Los colores y la diversidad de su geografía es lo que más me atrajo. Las montañas verdes con variedades de árboles Cipreses, Alerces, Pinos; al lado de la ruta más que yuyos hay Lavanda y Rosa Mosqueta; los lagos completan el cuadro. Geográficamente hablando pasas de la estepa, a la transición hasta llegar a los bosques patagónicos. Si vas a Puerto Blest, encontrarás a la selva valdiviana.



La historia es un punto característico. El nombre Bariloche proviene del idioma mapuche, y es un derivado de la palabra “Vuriloche”, que significa "gente del otro lado de la montaña". Este nombre le daban los mapuches de Chile a los habitantes del lado Este de la cordillera. Al fundarse la ciudad, el nombre fue mal entendido en una carta que le fue enviada a Don Carlos Wiederhold, un inmigrante chileno de origen alemán instalado en 1895 en el actual centro de la ciudad, pasando de Don Carlos a San Carlos, mezclando así su nombre con el de la ciudad.




Te despedís de la ciudad con las biografías de Francisco Pascasio Moreno y los hermanos Bustillo casi completas; historias de los tehuelches y los mapuches; y por supuesto, con un montón de fotos, anécdotas y lugares conocidos. En los siguientes post compartiré con ustedes un poco de esas historias y lugares que fui conociendo.