Todos dicen que les gustaría ser una mosca para ver y
enterarse de todo, pero ¿saben lo que es llevar el peso de saberlo y no poder
contarlo? Ser una mosca no es tan fácil. Ves y escuchas pero no podes hablar… o
al menos no te entienden. Nos tratan de pesadas porque molestamos a la gente,
pero no se dan cuenta de que en realidad tratamos de decirles algo o quizá
llevarlos a que vean lo que vimos nosotras. Pero no, parece más fácil
abofetearnos y sacarnos de encima.
¿Podes creer que hay quienes nos tienen miedo? no sé por
qué, si somos inofensivas. No mordemos, no picamos, no matamos. Muchos dicen
que no servimos para nada. No fabricamos miel, ni somos un chupasangre molesto
que deja picaduras. Al final, no sirve de nada ser bueno. A las hormigas les
pasa lo mismo. Las pisan por inútiles, por no hacer nada.
A nosotras si no nos matan, nos suicidamos. Seguimos el consejo
de ir hacia la luz blanca, pero terminamos tontas. Nos chocamos una y otra vez y
por lo general no tenemos la suerte de morir. Ni morir tranquila podemos. ¡Qué
destino el nuestro! Encima que vivimos menos de un mes, nos quieren matar antes
de tiempo. ¡Grandote tomate vacaciones y déjame vivir en paz!
Los humanos son crueles con nosotras. Nos tratan de sucias,
de larvas y hasta llamadoras de la muerte. La cantidad de mitos que circulan
alrededor nuestro, nos hace sentir importantes. No somos sucias porque nos
atrae la materia fecal o la carne podrida. A ustedes les atrae el sushi, la morcilla,
la gelatina, la salchicha y demás comidas que no saben de qué están hechas.
¿Por qué no averiguan? Quizá no seamos tan distintos.
Lo de larva podríamos discutirlo, ya que al salir del huevo,
lo somos por un tiempo. Pero esto no justifica que sean despectivos con nosotras.
No somos las únicas que pasan por esa fase, las mariposas y las ranas también,
con distintos nombres todas somos larvas. Es como la infancia humana, una fase
en la que dejan la panza para empezar a vivir y transitar otras fases o como le
dicen ustedes “etapas”.
Por último, ¿llamadoras de la muerte, enserio? No tenemos
ningún contrato firmado. Si lo tuviésemos no viviríamos tan poco tiempo. No sé
de dónde sacan estas cosas y menos a quién se le ocurre, pero no sean malos con
nosotras. No les hicimos nada. Ya entendimos que no quieren enterarse de
ciertas cosas y por eso nos abofetean. Ya entendimos que no tenemos que
acercarnos a ustedes para contarles lo que “quieren ver y oír”. No lo vamos a
hacer más, pero ustedes no digan “quisiera ser una mosca para ver qué hace” o “quisiera
ser una mosca para escuchar qué dice”. Ya saben lo duro que es ser mosca y no
quieren ponerse en nuestro lugar.