18 diciembre 2012

¿Quisiera ser una mosca?



Todos dicen que les gustaría ser una mosca para ver y enterarse de todo, pero ¿saben lo que es llevar el peso de saberlo y no poder contarlo? Ser una mosca no es tan fácil. Ves y escuchas pero no podes hablar… o al menos no te entienden. Nos tratan de pesadas porque molestamos a la gente, pero no se dan cuenta de que en realidad tratamos de decirles algo o quizá llevarlos a que vean lo que vimos nosotras. Pero no, parece más fácil abofetearnos y sacarnos de encima.

¿Podes creer que hay quienes nos tienen miedo? no sé por qué, si somos inofensivas. No mordemos, no picamos, no matamos. Muchos dicen que no servimos para nada. No fabricamos miel, ni somos un chupasangre molesto que deja picaduras. Al final, no sirve de nada ser bueno. A las hormigas les pasa lo mismo. Las pisan por inútiles, por no hacer nada.

A nosotras si no nos matan, nos suicidamos. Seguimos el consejo de ir hacia la luz blanca, pero terminamos tontas. Nos chocamos una y otra vez y por lo general no tenemos la suerte de morir. Ni morir tranquila podemos. ¡Qué destino el nuestro! Encima que vivimos menos de un mes, nos quieren matar antes de tiempo. ¡Grandote tomate vacaciones y déjame vivir en paz!


Los humanos son crueles con nosotras. Nos tratan de sucias, de larvas y hasta llamadoras de la muerte. La cantidad de mitos que circulan alrededor nuestro, nos hace sentir importantes. No somos sucias porque nos atrae la materia fecal o la carne podrida. A ustedes les atrae el sushi, la morcilla, la gelatina, la salchicha y demás comidas que no saben de qué están hechas. ¿Por qué no averiguan? Quizá no seamos tan distintos.

Lo de larva podríamos discutirlo, ya que al salir del huevo, lo somos por un tiempo. Pero esto no justifica que sean despectivos con nosotras. No somos las únicas que pasan por esa fase, las mariposas y las ranas también, con distintos nombres todas somos larvas. Es como la infancia humana, una fase en la que dejan la panza para empezar a vivir y transitar otras fases o como le dicen ustedes “etapas”.

Por último, ¿llamadoras de la muerte, enserio? No tenemos ningún contrato firmado. Si lo tuviésemos no viviríamos tan poco tiempo. No sé de dónde sacan estas cosas y menos a quién se le ocurre, pero no sean malos con nosotras. No les hicimos nada. Ya entendimos que no quieren enterarse de ciertas cosas y por eso nos abofetean. Ya entendimos que no tenemos que acercarnos a ustedes para contarles lo que “quieren ver y oír”. No lo vamos a hacer más, pero ustedes no digan “quisiera ser una mosca para ver qué hace” o “quisiera ser una mosca para escuchar qué dice”. Ya saben lo duro que es ser mosca y no quieren ponerse en nuestro lugar.