01 marzo 2015

¿Sabías que antes del siglo XVII las mujeres daban a luz en cuclillas?

La pregunta es: ¿Por qué cambió?

Se dice que un hombre llamado Luis XIV de Francia, mejor conocido como "el Rey Sol", a quien se le atribuye la frase célebre "el Estado soy yo", quería ver nacer a sus hijos. Para poder presenciar el parto dispuso que sus mujeres debían dar a luz acostadas.


Luis XIV tuvo cinco mujeres y un total de 18 hijos. No se sabe con exactitud cuándo empezó con esta obsesión de que el parto sea en forma horizontal pero lo que sí se sabe es que si bien esta postura hace más difícil y doloroso al parto, pronto se generalizó y los médicos franceses tuvieron que inventar los fórceps para evitar algunas de sus consecuencias.

Posiblemente esta nueva tendencia se globalizó gracias al comercio. La aparición del trueque dio origen a las transacciones entre civilizaciones. Fue la región del Cercano Oriente -Egipto, Palestina, Mesopotamia, Arabia, Siria, Asiria- la primera de la que se tienen datos certeros que desencadenó el desarrollo comercial sobre el Mediterráneo. Pero en aquella época, el comercio no era solo de materiales, sino que también se trasladaban ideas; es por eso que es posible que el parto horizontal se haya generalizado de tal manera.

En cuanto a la posición vertical es aquella en la cual el torso de la mujer y su canal pelviano oscilan dentro de un ángulo de 45 º y 90º con respecto al plano horizontal. Las diferentes posiciones verticales (que involucran la gravedad), pueden ser:

* Sentada (pueden utilizar silla o banqueta obstétrica);

* Semidecúbito (tronco inclinado hacia atrás 45º con respecto a la vertical); de rodillas;

* En cuclillas (sin ayuda o usando barras de cuclillas);

* Acuclillada (con la ayuda de preferencia de un cojín de parto);

* Parada (Sostenida de otra persona o de un implemento: barra, rama, hamaca, cuerda, etc.)

Históricamente, estas diferentes variedades de posiciones verticales han sido utilizadas por las culturas de todo el mundo. Existen referencias históricas en Australia, Turquía, India, África, Europa, Mesoamérica y Sudamérica. La explicación es que se trata de una posición natural, en la que la mujer siente confort y beneficios para el trabajo de parto y período expulsivo. Como los partos en su mayoría eran atendidos por mujeres que ya habían tenido hijos, éstas transmitían lo que consideraban mejor para ellas.

En muchos países del mundo, la población de origen indígena sigue utilizando las posiciones verticales. Lo interesante es que en otras naciones la población en general ha demandado esta posición debido a sus ventajas fisiológicas, psicológicas, culturales y sociales. Este movimiento es llamado en Argentina y España “parto humanizado”; en Chile, “dignificación del parto”; y en Francia, “parto respetado”.

El “parto humanizado” es una iniciativa que llegó hace diez años a nuestro país a través de la Red Latinoamericana y del Caribe por la Humanización del Parto y el Nacimiento. El año pasado, la propuesta que se presentó en la Semana Mundial del Parto Humanizado (del 19 al 25 de mayo) era evitar las cesáreas innecesarias ya que, según la OMS, en Argentina el 35% de los partos se llevan a cabo de esta forma.

A partir del 2004 -con la sanción de la Ley 25.929 de Parto Humanizado- las futuras mamás argentinas deben ser informadas sobre las distintas intervenciones que pudieran tener lugar durante el parto y optar libremente por la que ellas consideren mejor. Vos, ¿elegirías el parto vertical?