31 diciembre 2012

Hoy: el calor


Para todos aquellos que ayer y hoy se quejaban del calor, traigo al protagonista de la historia que les quiere hablar:

Soy amante de las altas temperaturas, la playa, “las olas, el viento, sucundú, sucundú”. Sé que no todos me quieren porque a varios hago desmayar o bajar la presión, pero reconozco que me encanta ser el centro de atención.

 Gracias a mí podes deleitarte con los mejores lomos del verano. Mujeres en bikini y hombres en cuero, son mi especialidad. Te regalan vacaciones por mi presencia y hasta te bronceas con el sol de mi amigo el Verano. Hablando de él… ése si que es de fierro, nunca me abandona. A veces me gusta ir a saludar a la Primavera o molestar al Otoño, pero la gente me putea cuando hago esas visitas. Es por eso que de diciembre a marzo, convivimos Verano y Calor, Calor y Verano. Somos una pareja estacional y estamos juntos por más que a veces me adelante y él llegue siempre tan puntual.

Digamos que como me gusta figurar, aparezco de vez en cuando. Me encanta darle un respiro a la gente y aparecer en momentos inesperados. Quiero que tomen helados, que muestren las piernas, que las chicas se depilen más seguido, que los chicos se maten en el gimnasio para fanfarronear en la playa.

Confieso que me pongo celoso cuando los cantantes le dedican canciones al Verano y yo me quedo con el papel secundario. Nadie se da cuenta que Verano es quien es gracias a mí. Si yo no estuviese, nadie lo disfrutaría tanto. Los pibes chorros me dedicaron un tema que dice “Qué calor, qué calor OEO” pero ¿qué quiere decir el tema? ¿Porque hace calor tienen que tomar un vino en cartón? Nunca lo entendí. Lo mismo me pasa con la de Calamaro: “Hace calor, hace calor”, apenas me nombra, sólo me usa de excusa para hacer el amor en el balcón.

 Nadie me agradece, todos me putean. “¡Qué calor la puta que lo parió!”, se queja la gente. ¿Qué saben si me parió una puta o quién? No se metan en mi vida privada, yo me meto poco en la de ustedes… siempre me sacan. Si no es el ventilador, es el aire acondicionado. No me dejan entrar en su intimidad, entonces no entren ustedes en la mía.

Disfruten de las piletas, hagan guerras de agua y bombardeen con bombuchas, pónganse poquita ropa y tomen sol. Y sino me quieren, aprovechen las vacaciones para alejarse de mi y vayan a esquiar. Yo los quiero a todos por igual y sé que la mayoría me quiere también. Presiento que es algo mutuo en el fondo. Ahora que saben todo lo que tienen gracias a mí… es algo mutuo. Ámenme como yo los amo.