Senderos del Sembrador es una Asociación Civil sin fines de lucro, integrada por padres de personas con discapacidad intelectual, constituida en el año 2000. En su Centro de Día realizan distintos proyectos y actividades con amigos. En esta oportunidad, organizado por el operador responsable Viajes Danneman Luftansa City Center, se van a Bariloche.
“En nuestra cultura, el viaje a Bariloche es casi un rito de pasaje a la vida adulta. Los jóvenes que terminan su educación secundaria y se preparan para entrar al mundo del trabajo o a la universidad, viajan a Bariloche como celebración de ese hito. Los jóvenes de Senderos del Sembrador, al haber tenido un recorrido educativo en escuelas especiales, fueron privados de ese rito. Entonces, ¿por qué no? Hacer turismo por pura recreación, por conocer tu país, por compartir con amigos, descansar, son razones suficientes”, cuenta Karina Guerschberg, directora de Senderos del Sembrador.
Viajan 20 jóvenes con discapacidad y 10 profesionales que los asisten. Para solventar los gastos, de una parte se hacen cargo las familias y el resto se completa con donaciones de empresas y particulares que los apoyan. “Para esto se creó una página web que tiene formularios de donación seguros, y también una aplicación en Facebook. Donar no sólo es totalmente seguro sino que las donaciones pueden ser debitadas del Impuesto de Ganacias, ya que Senderos del Sembrador está autorizado por la Afip para recibir donaciones. El proceso es totalmente transparente. Nuestra asociación presenta sus balances cada año”, explica la directora.
No es la primera vez que viajan. El año pasado fueron cuatro días a una granja, una semana a Chapadmalal y una semana a Embalse Rio Tercero, en Córdoba; y este año fueron dos veces a pasar un fin de semana largo en una quinta. “Creemos que estas actividades, además de la recreación, propician la adquisición de habilidades para la vida independiente (vivir fuera de la casa familiar) y promueven la autodeterminación y la autonomía”, asegura.
Guerschberg confiesa que la preparación es una de las partes más divertidas del viaje. Cuenta que sacaron fotos para la campaña y grabaron un video. Fueron de visita al aeroparque para familiarizarse con el entorno y también a Tecnópolis para subirse al simulador del avión. “La mayoría de los jóvenes nunca viajaron en avión. Lanzamos una convocatoria de fotos sobre Turismo Inclusivo, con la que pensamos crea una muestra que se exhibirá en Bariloche”, agrega.
La fecha de partida es el 28 de noviembre y el regreso, el 5 de diciembre. Guerschberg afirma que todos están tan entusiasmados que de pronto pasas por alguno de sus espacios de trabajo y escuchas a algunos cantando “Bariló, Bariló”.
“En nuestra cultura, el viaje a Bariloche es casi un rito de pasaje a la vida adulta. Los jóvenes que terminan su educación secundaria y se preparan para entrar al mundo del trabajo o a la universidad, viajan a Bariloche como celebración de ese hito. Los jóvenes de Senderos del Sembrador, al haber tenido un recorrido educativo en escuelas especiales, fueron privados de ese rito. Entonces, ¿por qué no? Hacer turismo por pura recreación, por conocer tu país, por compartir con amigos, descansar, son razones suficientes”, cuenta Karina Guerschberg, directora de Senderos del Sembrador.
Viajan 20 jóvenes con discapacidad y 10 profesionales que los asisten. Para solventar los gastos, de una parte se hacen cargo las familias y el resto se completa con donaciones de empresas y particulares que los apoyan. “Para esto se creó una página web que tiene formularios de donación seguros, y también una aplicación en Facebook. Donar no sólo es totalmente seguro sino que las donaciones pueden ser debitadas del Impuesto de Ganacias, ya que Senderos del Sembrador está autorizado por la Afip para recibir donaciones. El proceso es totalmente transparente. Nuestra asociación presenta sus balances cada año”, explica la directora.
No es la primera vez que viajan. El año pasado fueron cuatro días a una granja, una semana a Chapadmalal y una semana a Embalse Rio Tercero, en Córdoba; y este año fueron dos veces a pasar un fin de semana largo en una quinta. “Creemos que estas actividades, además de la recreación, propician la adquisición de habilidades para la vida independiente (vivir fuera de la casa familiar) y promueven la autodeterminación y la autonomía”, asegura.
Guerschberg confiesa que la preparación es una de las partes más divertidas del viaje. Cuenta que sacaron fotos para la campaña y grabaron un video. Fueron de visita al aeroparque para familiarizarse con el entorno y también a Tecnópolis para subirse al simulador del avión. “La mayoría de los jóvenes nunca viajaron en avión. Lanzamos una convocatoria de fotos sobre Turismo Inclusivo, con la que pensamos crea una muestra que se exhibirá en Bariloche”, agrega.
La fecha de partida es el 28 de noviembre y el regreso, el 5 de diciembre. Guerschberg afirma que todos están tan entusiasmados que de pronto pasas por alguno de sus espacios de trabajo y escuchas a algunos cantando “Bariló, Bariló”.